Los filósofos han investigado a fondo la felicidad más que nadie. Pero ¿cómo se consigue?. ¿Cómo podemos hacer que las personas que trabajen en nuestra organización, en nuestra empresa, se sientan más felices y por supuesto sentirnos nosotros? ¿Cuál es la clave para conseguir una mayor felicidad, el hedonismo o el eudaimonismo?

Dos formas de felicidad, Hedonismo y Eudemonismo

  • La visión hedonista de bienestar es que la felicidad es el polo opuesto del sufrimiento; la presencia de la felicidad indica la ausencia de dolor. Los hedonistas creen que el propósito de la vida es maximizar la felicidad. Para ello se centran en todo aquello que produce placer y recompensa inmediata como el sexo, la comida, las fiestas, el alcohol…
  • En el otro lado del debate está la eudemonia , un término que combina las palabras griegas para «bueno» y «espíritu» para describir la ideología. Eudaimonia define la felicidad como la búsqueda de convertirse en una mejor persona.  Las personas eudaimonistas buscan enriquecerse espiritualmente, a través de actos de generosidad, bondad hacia los demás y cultivar los talentos naturales.
  • La distinción entre los dos se reduce a si la felicidad es un destino (la vista hedónica) o un viaje (la filosofía eudaimónica). Dicho de otra manera, el hedonismo es la creencia de que la felicidad se deriva externamente, mientras que eudemonismo expresa la idea de que la felicidad viene de dentro.

La felicidad en las organizaciones

«Trabajamos 56.000 horas, y vivimos unas 700.000». El nuevo objetivo del milenio es ser feliz trabajando.

Los análisis de la Organización Mundial de la Salud estiman que para el año 2020 la depresión será la segunda causa de inhabilidad laboral, y señalan que en la actualidad el 22% de la fuerza laboral en Europa (casi 40 millones de trabajadores) son víctimas del estrés debido al trabajo.

En las empresas, está claro que una felicidad desde el hedonismo, causa una satisfacción inmediata pero que hay que reforzar continuamente. Al final nos convertiremos en niños mimados, que cada vez exigimos más por propio egoísmo y valoramos menos lo que tenemos.

Una felicidad planteada desde el Eudanismo, se centra en el beneficio común, en el desarrollo de proyectos que den sentido a lo que hacemos y nos permitan desarrollar nuestro talento y pasión, que respete nuestros valores y que dé sentido a las horas que trabajamos cada día. Nuestra aportación a esta felicidad ha de ser trabajar con pasión y compromiso, dar lo mejor de nosotros mismos y aportar valor a lo que hacemos, buscando esto mismo en los demás.

Por parte de la empresa, cuando nos sentimos bien tratados, cuando ponen atención sobre nosotros y somos valorados como personas y no sólo como fuerza productiva, se producen los cambios reales que dan lugar a los resultados extraordinarios.

Gente extraordinaria y comprometida + empresas que buscan la felicidad de sus colaboradores = a resultados extraordinarios. 

Algunas preguntas de reflexión:

  • ¿Genera tu empresa las condiciones adecuadas para que tanto tú como el resto de personas que trabajan en ella puedan sentirse felices y orgullosas de trabajar allí?
  • ¿Qué tendría que cambiar para que esto ocurriese?
  • ¿Qué haces tú para contribuir en tu propia felicidad? ¿Y para contribuir a la felicidad de tus compañer@s ?

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